Tras varios meses diseñando conceptos, iniciamos con una repetición sobre cristales lente de proyector. Mi primera idea era una charola llena de ojos, la repetición como estética agradable a la vista. Diseñé un sistema de bocinas baffle que retumban con el sonido de un corazón y rodea con un paisaje sonoro al espectador. A la directora le interesaba usar corazones reales, y ahí se sumaron dos ideas a un resultado. La idea de microfonos en la mesa y superficies de proyección fue otra vertiente aun no explorada. La idea de una mesa espejo infinito se transformo en un espejo de dos caras sobre la mesa por el alto costo de un material fuerte y reflejante para caminar sobre el. sin embargo se realizó la propuesta y la investigación de mercado. Diseñé un ojo animado que se refleja y refracta por todas las mesas y superficies posibles. La directora partió de momentos en el texto para añadir acciones y los actuantes sugirieron posibilidades de dirección. El resultado fue el corazón delator, un proceso en el que tentativamente el actor principal debe llevar la batuta y posiblemente termine estando solo en escena. Nada es cierto en el teatro.
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Luis RamírezSobreviviente paranoico Archivados
Abril 2015
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